lunes, 4 de junio de 2012

3 - LA HISTORIA


Bueno les cuento quienes fueron nuestros mayores y comienzo para mí con el más grande Juan Bautista Mihura y Aristegui (1826/1906) mi bisabuelo, por supuesto no lo conocí, por que muere en Gualeguay en 1908. Había nacido en Zugarramurdi el 23 de Agosto de 1826 sus padres fueron Juan de Mihura y Aristegui y Fermina Balbina de Arburua y Sanzberro. Como notaran los apellidos de origen navarro van  precedidos de la preposición DE que significa origen noble y siempre utilizaban el apellido de la madre. Los vascos  Navarros fueron declarados nobles  porque el Rey Enrique III los premia por haber sido los únicos que impidieron ser conquistados por los Moros. (Les recomiendo leer los 800 años de ocupación por los moros en España).

A cada rato me voy por las ramas. Se dan cuenta 14 años tenía Juan Bautista cuando llega primero a Buenos Aires y en muy poco tiempo aparece en Gualeguay, donde no había más que chozas y algunas casas de material como la iglesia. A cada rato los invadían los portugueses desde el Brasil, los porteños, los indios o los santafesinos. Como sobreviven, con mucho coraje y sufrimiento, pero sobretodo con una firme decisión de progreso. 

Uno de los primeros vascos venir fue Parachu, que inicia la  construcción de  un saladero de carne a orillas del rio en lo que hoy es Puerto Ruiz y Juan Bautista con los pocos pesos que traía se asocia y empieza a trabajar en el saladero.

Lo que nos cuenta la historia es que en esa época todos estaban peleados, los porteños contra la provincias, los portugueses contra el litoral y el Uruguay, unitarios contra federales. Era necesario tener ejércitos, mantenerlos, equiparlos y darles de comer, y con qué, CHARQUE (carne salada), justo lo que hacía el saladero de Puerto Ruiz. Estos ejércitos eran pobres la única plata que conseguían era para comprar armas, la comida era más sencillo dame charque te pago con tierras, que era lo que sobraba. Recuerden que en ese tiempo el país  estaba despoblado.

Juan Bautista comienza a poblar con ovejas y vacunos  todas esas tierras, increíble pero verdad, una vaca valía más que una hectárea. No se conforma con la ganadería, y el negocio de la carne y la lana. Se decide a darle valor agregado al trigo e importa desde Alemania toda la maquinaria para la construcción del  primer molino harinero de la provincia en Nogoya, que aun su estructura perdura. El ingeniero que diseño e instalo el molino fue Agote, las maquinas llegaron en barco hasta Concepción del Uruguay y en carreta hasta Nogoya.

Años después su hijo Francisco que le decíamos de sobrenombre “Paquico” busca en el cultivo del arroz diversificar sus producciones y construye una arrocera en la estancia El Rincón a orillas del arroyo Nogoya, donde toma el agua para el riego haciendo canales y hasta un dique para manejar el agua, recuerdo que una vez fuimos con mis hermanos Alfredo y Martin a bañarnos a ese dique con los primos de El Rincón y estaba lleno de dorados que intentaban saltar la pared del dique, cosa imposible, y los terminamos cazando a palos. La arrocera se convirtió en un emprendimiento muy importante, construyó un secadero, clasificadora y empaquetadora que hacia paquetes de un kilo con el nombre de “Arroz Mihura”. 

En aquellos tiempos el arroz se cosechaba a mano y era necesario contratar mucha gente, había contratista que se encargaban de buscar en las  provincias del Norte la mayoría santiagueños y tucumanos que venían con toda su familia, duraba unos tres meses. Como los jornales se pagaban cada 15 días, al principio sucedió que el trabajador al encontrarse con tanta plata se escapaba y dejaba abandonada a su familia, para evitar eso acuñaron una moneda de cobre que de un lado tenía la esfinge de Juan Bautista y del otro 1 centavo, con esa moneda podían comprar todas sus necesidades en la carnicería, panadería almacén que tenía la estancia al final de la cosecha se les cambiaba esa moneda por plata verdadera. Hoy todavía hay unas ruinas de construcciones donde vivían estas familias que al potrero le  llaman “Las Viudas”.

Francisco “Paquico” fue un líder nato no actuó en política como sus hermanos, sin embargo hay un hecho histórico que marca su personalidad. Eran tiempos de luchas políticas sobre todo las provincias contra los porteños. Resulta que una fuerza del ejercito de Buenos Aires remontando en una barcaza el rio Paraná desembarca en el pueblo de Victoria y toma la Municipalidad, en ese entonces Francisco vivía más en la Estancia El Progreso a  unos 30 kilómetros de Victoria, al enterarse junta a su gente y a los vecinos y con 300 hombres rodea el pueblo, entra solo a caballo hasta la municipalidad y le ordena la oficial a cargo de la tropa porteña que si en 2 horas no abandona el pueblo no responde de lo que haga su gente, dicen que en media hora no quedo nadie.      

A mi abuelo Emilio Fermín Mihura (1868/1943) lo llamamos  “Granpapuch”,  fue un innovador y organizador nato se recibió de Ingeniero y se especializó en agronomía. Se dedicó a la administración y explotación de los campos de su padre buscando y aplicando las nuevas tecnologías fue así que en Gualeguay fueron pioneros en la introducción de nuevas razas ganaderas como la Shorthorn y todo tipo de maquinarias para conservar forrajes y para la agricultura. No conforme con las actividades agropecuarias se comprometió en política buscando el progreso y bienestar de su comunidad dentro del partido Unión Cívica Radical.

Fue diputado nacional en 1914 1918, Vice gobernador junto con Celestino Marcó como Gobernador. Tuvo dos actitudes políticas que lo muestran en toda su dimensión en el respeto a los valores éticos.

La primera cuando renuncia a la vice gobernación en 1922 porque su hermano Ramón es elegido como candidato a Gobernador. Y la segunda en 1925 cuando es postulado a senador nacional por que nuevamente su hermano Ramón era Gobernador. Ese mismo año el Presidente Marcelo T. de Alvear lo designa Ministro de Agricultura hasta que finaliza su mandato. En el ministerio se destacó por su capacidad organizativa y su sentido del progreso.
Con Alvear entablaron una profunda amistad no solo ellos sino también sus mujeres Aida Etcheto mi abuela y Regina Paccini de Alvear. Recuerdo haber acompañado a “Mamita” a la quinta de los Alvear en Don Torcuato, cuando ambas ya eran viudas, a visitar y tomar el té con su amiga Regina.  

La historia de amor de Marcelo y  Regina fue famosa y muy conocida pero la anécdota que viene al caso fue que la sociedad porteña no miró con buenos ojos que el soltero más codiciado por la alta sociedad se trajera de Europa, como esposa, una cantante lírica, fueron pocas al comienzo, las familias y sobretodo señoras que la ayudaron y entablaron amistad, una de ellas “Mamita” Mihura.    

Después  vino la década del Peronismo del 46 al 55. Familiarmente recuerdo que fue un periodo muy difícil no era fácil ser opositor. Hubo un  episodio que me quedo gravado, fue cuando desde la gobernación quisieron expropiar el casco de San Ambrosio para convertirlo en un hospital para tuberculosos, creo que fueron las gestiones del obispo de Paraná que lo evitaron. Otro hecho que me marcó fue que para viajar en el tren a Gualeguay,  a mi viejo le exigieron el carnet del partido peronista, terminamos tomando todos una lancha colectivo en el Tigre  hasta Puerto Ruiz. Recuerdo que después de ese episodio nos hicimos adictos a la incipiente aviación civil y comercial de Gualeguay con las avionetas de cuatro plazas Stinson primero y después las Cesna 170, con los pilotos Piaggio y Bogosihan.

Mi tío Emilio Eliseo Mihura (1902/1971) se casó con Carola Bunge y no tuvieron hijos, fue el último de esta rama de los Mihura que se dedicó a la política le decíamos “tío Botón” nunca supe porque. Se recibió de abogado, nunca ejerció, se dedicó a administrar San Ambrosio en la época en que la ganadería era la actividad principal junto con las ovejas, de las 6.000 hectáreas que eran solo se hacían 400 ha. de lino y unas 150 de maíz y sorgo. Recuerdo que en la década del 40 al 50 todas las labores de agricultura se hacían con caballos, tirando arados de rejas, discos, rastras, escardillos etc. La cosecha se engavillaba,  luego aparecieron las cosechadoras estáticas y más tarde las que embolsaban y por ultimo las automotrices.

Había manadas de yeguas, todas tordillas razas Percherón Postier que servían para las labores agrícolas y tiraban una gran variedad de carros, tumberos, sulkis, cortadoras de pasto, enfardadoras etc. Cada dos o tres años se compraba en Rural de Palermo un padrillo Percherón con nombre francés, que era imposible de pronunciar ni les cuento para la peonada.

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